Las averías más usuales del cicloturista

 

 

A todos nos ha pasado, ¿verdad? Vas pedaleando perfectamente, feliz, sintiendo el viento deslizarse por tus sienes, sin apenas dificultad, uno de esos días que parece que no llevas cadena, que el plato grande se mueve solo, que la carretera está hecha solamente para que tú la recorras. Vas pedaleando, pensando en tus cosas, en esa marcha a la que te vas a presentar, en la curva peligrosa en el siguiente cruce, en esos exámenes que cada vez ves más cerca, y de repten algo falla. Escuchas un sonido desagradable, molesto, conocido. La rueda trasera empieza a desinflarse, o la delantera aparece descentrada, o a lo mejor es la cadena la que no desliza perfectamente. Es una avería, seguramente nada importante, seguramente puedas arreglarlo tú mismo sin problemas. Pero ya te rompe la felicidad, la tranquilidad. Ya te rompe ese estado casi místico en el que te encontrabas. Y juras, juras un poquito, y gruñes…

 

A todos nos ha pasado, claro que sí. Por eso desde aquí queremos mostrarte cuáles son las diez averías más frecuentes para los cicloturistas. Para que las conozcas, para que sepas enfrentarte a ellas, y para que tengas siempre a mano, en tu cabeza, la mejor forma posible para combatirlas, prevenirlas…y arreglarlas. ¿Te parece? Pues allá vamos…

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  1. Claro, el pinchazo tiene que ser lo primero, la avería más frecuente, la que todos hemos tenido que arreglar más veces. Quién no se ha sentido frustrado al escuchar cómo el aire se va escapando, poco a poco, de su rueda trasera y la llanta empieza a golpear sobre el asfalto. El pinchazo es muy usual, claro, y también puede llegar a ser peligroso si nos coge en pleno descenso o en una zona de curvas. Por eso debemos de tener especial cuidado con él, intentar frenar cuanto antes si sentimos que la rueda está baja de aire y proceder a reparar cuanto antes.

Las causas de los pinchazos son muchas, y pueden ir desde pegar un llantazo con un bache hasta circular por una zona de piedras sueltas o tener la mala suerte de que por la cuneta por donde vamos haya cristales de algún accidente. No importa, de una forma u otra todos tenemos que pasar por el mal trago de un pinchazo. Eso sí, se pueden prevenir de forma bastante sencilla, llevando siempre la cámara con una presión de inflado correcta e intentando que nuestros neumáticos no se desgasten demasiado…así que, toca rascarse el bolsillo.

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Reparar un pinchazo en ruta puede ser algo tedioso e incluso complicado si no encontramos un lugar tranquilo para hacerlo. Por eso es altamente recomendable llevar siempre una o dos cámaras de repuesto para tener que cambiarlas únicamente y poder seguir pedaleando hasta casa. Seguramente la presión que consigamos con nuestra bomba de mano no sea la más adecuada, pero al menos podremos volver a nuestro domicilio. Una vez allí se puede arreglar el pinchazo con parches, pegamento especial para cámaras y un poco de paciencia…aunque si no eres demasiado mañoso quizás lo mejor sea que no te arriesgues y acudas a un mecánico para bicicletas…él sabrá exactamente lo que tiene que hacer, y no te cobrará demasiado.

Existen otras formas de arreglar el pinchazo, como las bombas de aire instantáneas, e incluso la industria va a avanzando cada vez más generando diferentes geles que hacen que las ruedas se vuelvan imposibles de pinchar. No obstante todo eso son elementos muy modernos que aun nos e han acabado de testar del todo...si los has probado y tienes opinión al respecto no dudes en comentárnosla, nos interesa mucho. Pero, de todas formas, piensa que los profesionales no utilizan de esos artefactos…así que por algo será.

[wpc]

Jesus Roldan

Copywriter con experiencia y conocimiento en el mundo del ciclismo y sus diferentes variantes.

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