Las cinco claves para afrontar el fracaso cicloturista

 

 

Está bien, no hay excusas. Hay que reconocerlo, no pasa nada. Habías preparado esta marcha con todo el mimo del mundo, habías entrenado como nunca, incluso siguiendo los consejos de ese librito tan útil que te regaló tu cuñado Mariano hace un par de años y que aun no habías abierto siquiera. Claro, el cabrón de Mariano bien que patea estos días, pero ese no es el asunto. Si hasta te habías cuidado con la alimentación, habías eliminado los postres, y ya casi nunca te comías un pincho de tortilla leyendo la prensa deportiva en el bar. Hasta las rabas habían quedado apartadas, igual que el vermouth, porque los sábados y los domingos al mediodía estabas entrenando y no tenías tiempo para esas mamandurrias. Todo, todo estaba perfecto, preparado para el gran día con todo el mimo del mundo. El dorsal bien puesto con imperdibles en tu maillot. La bicicleta limpia, flamante, como nunca la habías visto (y hay que reconocer que algo vago sí eres con tu máquina). La ropa doblada y puesta sobre la silla de la habitación. El avituallamiento que ibas a llevar encima dispuesta en la cocina, esperándote. Todo, todo estaba preparado…pero falló.

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Hay muchas formas de fallar. Puedes no haber podido terminar esa marcha con la que llevabas soñando desde comienzos de temporada. A lo mejor te has tenido que retirar en el segundo puerto después de haber sufrido como un perro en el primero. O igual ni eso, te has detenido en la cuneta y has empezado a vomitar, algo te habrá sentado mal. O, quien sabe, quizás has llegado a la meta, sí, pero tus piernas de oro solo te han dado una clasificación de bronce, y has quedado el último del club cuando todos sabían que antes de este día eras el más fuerte…

 

Las formas de fracasar son muchas y todas ellas tienen algo en común: un enorme vacío interno. Por eso desde aquí queremos mostrarte los cinco pasos básicos que debes de afrontar cuando sufres un fracaso en bicicleta. Para poder aprender sobre él, sobreponerte y hacerlo mejor la próxima vez…

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Bien, antes de nada vamos a dejar algo bien claro…somos cicloturistas, así que nuestros fracasos deberían de provenir únicamente de no haber disfrutado lo suficiente encima de la bicicleta. En otras palabras, que aunque vayamos a hablar de fracasos sobre dos ruedas estos quizás no puedan asignarse directamente a los cicloturistas. O, dicho de otra forma, no debemos obsesionarnos con la sensación de haber fracasado, porque eso sí que sería, en sí mismo, todo un fracaso. Así que, aclarado como siempre esto, comenzamos.

 

  1. No te culpes por todo, amigo. Buscar culpables nunca es bueno, y encontrarlos en ti mismo suele ser la peor manera de ponerse en el disparadero. No creas que la autocrítica es siempre el mejor de los caminos, especialmente si la misma no viene de una reflexión ponderada y razonada. Es decir, que culparte de tu fracaso tan solo hará que lo sientas de forma más profunda, y eso no es lo que queremos, ¿verdad? Por lo tanto el primero de los consejos es este…aprende a mirar con una cierta distancia al fracaso, porque esa es la única forma de poder afrontarlo.

 

El próximo día te contamos más consejos para mirar a los ojos al fracaso y hacer que el mismo no nos supere.

Jesus Roldan

Copywriter con experiencia y conocimiento en el mundo del ciclismo y sus diferentes variantes.

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