Los puertos de paso desde la Cordillera Cantábrica hasta la Meseta: El Portillo de Lunada

 

 

Continuamos desde Marchas y Rutas contándote cómo son todos los puertos (o al menos todos los que nosotros conocemos) que comunican la cordillera Cantábrica con la Meseta. Y hoy afrontamos uno de los más renombrados en foros y páginas de ciclismo, especialmente alabado por su belleza, pero que también esconde algunas rampas de consideración y supone, por su longitud, todo un desafío para tus piernas: el Portillo de Lunada.

 

Parece mentira que este puerto tan sólo haya sido utilizado en dos ocasiones por la Vuelta a España, y siempre demasiado lejos de la meta, por lo que su indudable carácter de durísimo punto de desgaste ha quedado bastante en suspenso. No obstante los ciclistas sufrieron sus rampas especialmente en la edición de 1993, en el marco de una exigente etapa con final en Alto Campoo donde también se subían otros dos puertos de acceso a la Meseta (Estacas de Trueba y El Escudo, aunque el primero por su vertiente más sencilla) y donde las casi dos horas de ascenso de esta Lunada pesaron en las piernas de los competidores toda la jornada. No obstante este puerto espera, paciente, a tener una etapa donde sea completo protagonista de la competición, y donde su belleza resplandezca como debe por la televisión.

Por aquí vas a tener que pasar
Por aquí vas a tener que pasar

 

¿Recuerdas que hemos dicho que la subida es de casi dos horas? Pues bien, eso es para los ciclistas profesionales porque tú seguramente te sitúes más cerca de las tres horas de continuo ascenso, con contados descansos y una parte final muy, muy sostenida. Y es que los números no engañan y desde Liérganes nos vamos a enfrentar a un puerto de más de treinta y dos kilómetros de longitud, con una pendiente media que casi alcanza el cuatro por ciento, pero que supera ampliamente esa cifra en cuanto a pendiente real de zonas de ascenso, puesto que nuestra altimetría contempla cinco kilómetros iniciales de falso llano. No te dejes engañar por la media, porque no pondrás el plato grande en demasiados tramos de este puerto…y te garantizamos que llegarás arriba, a los 1320 metros de altitud, con la lengua fuera. Y es que habrás dejado atrás nada menos que 1240 metros de desnivel, algo bastante complicado de encontrar en estas latitudes.

 

Salimos de Liérganes
Salimos de Liérganes

Nos situamos en la localidad cántabra de Liérganes para iniciar el ascenso a este monstruo. Un buen punto de partida será la fuente que hay en pleno Paseo del Hombre Pez, donde quizás algún lugareño os cuente la preciosa leyenda que da nombre a ese sitio, y que resulta realmente curiosa. Desde allí comenzamos a pedalear por una carretera en perfecto estado, arreglada hace tan sólo unos años, que llanea durante tres kilómetros por grandes rectas mientras pasa por lugares tan pintorescos como Rubalcaba, pudiéndose observar desde la misma palacios, casonas e incluso cruceros muy llamativos. Al fondo las montañas parecen cerrarse sobre nosotros y el joven ciclista, asustado, se pregunta por dónde va a poder pasar…

Jesus Roldan

Copywriter con experiencia y conocimiento en el mundo del ciclismo y sus diferentes variantes.

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