El dolor de espalda es una mal común en muchos ciclistas que no llevan bien su posición en la bici.
Es una práctica común que se les recomiende montar en bicicleta a los pacientes que sufren de dolor de espalda crónico en la zona lumbar, es decir en la parte inferior de la espalda. El ciclismo es un ejercicio aeróbico sumamente popular en todo el mundo y esta popularidad se debe a todos los beneficios que ofrece.
En primer lugar mejora nuestro estado físico en general, nuestra capacidad pulmonar, nuestra resistencia física, nos ayuda a quemar calorías y a desintoxicar el cuerpo. Pero el ciclismo también ofrece una gran cantidad de beneficios puntualmente para lo que refiere al dolor de espalda. El dolor de casi siempre es producto de malas posiciones que adoptamos en las actividades cotidianas que realizamos cada día. Lo ideal es estar consciente de las posiciones que adoptamos, pero nadie puede discutir que montar bicicleta nos ayuda a mitigar los dolores.
La realidad es que el ciclismo es una de las formas de ejercicio que menos carga le aplican a nuestra columna y por ende es uno de los ejercicios que menos daño nos podría causar. Correr o participar de una clase de gimnasia aeróbica genera mucho más impacto que debe absorber nuestra espalda.
Montar bicicleta no ejerce presión sobre la espalda y se les recomienda a los pacientes con dolores en la zona lumbar que monten bicicleta, y éstos generalmente se sienten mucho más cómodos inclinándose hacia adelante con los brazos apoyados sobre el manillar. Esto disminuye el dolor en la zona ya que la espalda se encuentra estirada y causa que las vértebras tiendan a separarse ligeramente unas de otras, es decir, disminuye la presión aplicada en la columna.
Hay casos en que las personas que sufren de dolor lumbar se sienten más cómodas reclinándose hacia atrás. Para este último caso vale aclarar que hay bicicletas especialmente diseñadas para que el ciclista monte de manera reclinada.
Debemos también tener presente que hay cuidados que debemos tener ya que hay dolores que son generados precisamente por montar bicicleta. Por ejemplo, no contamos con soporte para los músculos de la espalda, si no adoptamos la postura adecuada podemos aplicar tensión en la zona lumbar, hay posiciones en las que el cuello se arquea hacia atrás que pueden aplicar tensión en los músculos del cuello y el terreno escabroso puede causar tensión en la columna y consecuentemente dolor de espalda.
Para evitar esta serie de problemas hay medidas que podemos (y debemos) adoptar. Debemos escoger la bicicleta adecuada para el tipo de uso que le vamos a dar.
Una bicicleta de carreras generalmente tiene ruedas angostas, carece se suspensión y el manillar está demasiado bajo. Esto ocasiona que suframos más los impactos y que se arquee el cuello hacia atrás.
Una bicicleta de montaña en cambio tiene ruedas más anchas y suspensión y también manillar más elevado. Otro punto a tener en cuenta es el de ajustar las piezas móviles a nuestro cuerpo para que estemos cómodos, realizar los movimientos correctos y de la manera correcta y tener una buena postura y debemos utilizar accesorios que minimicen los impactos.
Si montamos bicicleta de la manera correcta y con los cuidados necesarios no solo vamos a evitar lesiones sino que también vamos a disminuir los dolores que ya tenemos y podemos disfrutar más de nuestra vida diaria.
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