El auge de la escalada como deporte social

Existen deportes que mantienen su liderazgo desde hace décadas y otros que han comenzado a despuntar en los últimos años. Entre estos últimos podemos destacar el surf, el parapente o el barranquismo, pero especialmente tenemos que hablar de la escalada. El número de aficionados a la escalada ha aumentado notablemente en los últimos años, y es que se ha convertido en un deporte social que gana cada vez más adeptos.

¿Quiénes son los nuevos escaladores?

La escalada es un deporte ideal para conocer gente y practicar en grupos de aficionados retándose unos a otros para ver quién consigue superar las mayores dificultades. En la actualidad es habitual ver a jóvenes aficionados a la escalada con poca experiencia llenando los rocódromos y los puntos de escalada más conocidos del país durante los fines de semana.

Con sus pies de gato y el resto de elementos propios de la escalada (mosquetones, cascos, arneses, aseguradores de escalada...), van en coches agrupados hasta los lugares más recónditos para escalar pendientes realmente vertiginosas. Los más noveles llegan a la escalada con el ánimo de aprender y de superar sus propios retos personales, pero se quedan en ella gracias a la comunidad que se forma en torno a este deporte.

Es visto como un deporte que se aleja de la rutina del día a día, como pueden ser el running o montar en bici, y que permite olvidarse de la monotonía gracias a la adrenalina de escalar cada vez más alto. A nivel deportivo es un deporte con el que se trabaja la musculatura de casi todo el cuerpo y en el que se queman muchas calorías, así que resulta perfecto para un mantenimiento de la musculatura y para reducir la grasa acumulada en cualquier parte del cuerpo.

La proliferación de rocódromos, un elemento clave en el crecimiento de la escalada

La proliferación de espacios como los rocódromos en las principales ciudades ha sido decisivo para el auge de la escalada como deporte social. En este tipo de espacios los escaladores, desde los novatos hasta los experimentados, van a abstraerse de su rutina y forman grupos de entrenamiento en los que, al final, surgen amistades y nuevas relaciones.

En estos grupos de entrenamiento los escaladores se motivan unos a otros y van subiendo de nivel a la vez que sus compañeros. Este carácter social de la escalada está atrayendo a muchos deportistas que desean hacer algo que vaya más allá de levantar unas pesas en el gimnasio en solitario. Sin olvidar que con la escalada se pierde peso, se mejora el tono muscular y se incrementa la flexibilidad de las articulaciones.

En los rocódromos se puede aprender a escalar de manera profesional y sin percibir el posible de riesgo que supone la escalada en exteriores en lugares reales. Las prácticas de mayor riesgo están dejando paso a la escalada deportiva y a la escalada de boulder, con un componente más social y de ocio que de deporte de riesgo. 

Al tratarse de un deporte accesible y sin demasiadas normas, la escalada es apta para personas de cualquier condición física, edad o hábitos deportivos. Esto hace que personas que nunca antes habían practicado otros deportes se acerquen a los rocódromos a aprender a escalar sin problema alguno. De hecho, tan solo hay que dar un paseo por algún rocódromo para comprobar que la mayoría de escaladores son novatos o principiantes.

Una rutina de ejercicios para desconectar y mejorar

La escalada exige concentración para no perder el equilibrio y llegar a retos cada vez más altos. Pero también es el deporte perfecto para desconectar al mantener la mente ocupada en mejorar en cada entrenamiento. El aspecto social de la escalada ha permitido a muchas personas encontrar una afición en la que olvidarse durante cada entrenamiento de sus problemas y de aquello que les genera estrés.

La rutina de ejercicios continuada pronto demuestra buenos resultados adquiriendo una técnica de la que sentirse orgulloso. Este progreso puede ayudar a mejorar la autoestima y la motivación, así que también resulta muy recomendable para alcanzar una mayor estabilidad mental y luchar contra procesos como la ansiedad y la depresión.

Así que, como se puede apreciar, no es de extrañar que la escalada sea uno de los deportes de mayor crecimiento en los últimos años. Y es que sus beneficios, tanto a nivel físico como social, son realmente interesantes.

Jesus Roldan

Copywriter con experiencia y conocimiento en el mundo del ciclismo y sus diferentes variantes.

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