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No se necesita ser un profesional de la salud para comprender el infierno por el que deben pasar los ciclistas antes, durante y después del Tour de Francia. En Marchas y Rutas te explicamos a detalle el infierno por el que es sometido el cuerpo del ciclista para rendir al máximo.
Con 3,460 Km a recorrer durante 21 etapas el Tour de Francia se convierte en una de las carreras ciclistas más exigente a nivel físico y mental para todos los ciclistas.
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La fisiología es la ciencia que se encarga de conocer y analizar las funciones de los seres vivos, explica los mecanismos químicos y físicos. Gracias a la fisiología podemos comprender más acerca de las demandas fisiológicas del ciclismo y obtener datos definitivos para mejorar el rendimiento de un ciclista.
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Durante cada etapa cada ciclista puede quemar una media de 6000 calorías, esto varia entre cada ciclista y cada etapa. esto es casi el doble de la cantidad de calorías que consume un corredor durante un maratón.
¿Por qué ocurren más accidentes durante la segunda semana? ¿Qué sucede con el cuerpo de los ciclistas durante el Tour de Francia? Todo esto y más explicaremos a continuación.
El infierno en Francia
El simple hecho de hacer un recorrido de 5 horas al día representa una lucha contra el propio cuerpo así como una lucha contra los oponentes. El cuerpo de los ciclistas después de varios días comienza a protegerse contra el daño que está sufriendo; los ciclistas pierden músculo, el sistema inmunológico se encuentra realmente débil y es sencillo contraer una infección estomacal o un resfriado.
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Una persona poco preparada abandonaría al primer día incluso antes de concretar la primera etapa. Es difícil realizar el esfuerzo sobrehumano que realizan los ciclistas día con día.
Explicando el desgaste de los ciclistas con ayuda de la fisiología
Hoy en día es sencillo estudiar las demandas fisiológicas del ciclismo mediante el uso de ergómetros de bicicleta, rodillos, entrenadores de ciclismo, ciclismo en cinta rodante, fotografía de alta velocidad, gráficos por ordenador, galgas extensiométricas, electromiografía, túneles de viento, medidores de potencia, biopsia muscular y análisis de composición corporal.
La gran mayoría de ciclistas preparados pueden manejar el estrés durante la primera semana, pero las cosas se complican con los viajes de ciudad en ciudad, levantarse temprano y dormir poco, lo comida que no siempre es la mejor para cada ciclista a pesar de contar con chefs que tratan de otorgar la comida que el ciclista necesita y desea.
El infierno realmente va a comenzar después de la primera semana no solamente por el agotamiento, sino porque es cuando regularmente comienzan las etapas de montaña. Ahí es cuando los ciclistas comienzan a demostrar de que madera están hechos. Habrá quién resista las 21 etapas del Tour de Francia, pero en el camino algunos van a abandonar, otros tendrán lesiones, debido a accidentes o simplemente fatiga, también estará el grupo de ciclistas que se enfermaron debido a un sistema inmunológico débil
Manejar el estrés sí o sí
Por lo regular durante las primeras etapas son los ciclistas más jóvenes quienes destacan, pero también van a ser quienes más van a sufrir.
Después de la primera semana el cuerpo ha acumulado un nivel de estrés increíble, los ciclistas con mayor experiencia en el pelotón van a poder lidiar de mejor manera con estos niveles de estrés.
Factores como el calor, el frío, la altura deshidratación o malos hábitos de recuperación juegan un rol importante para decidir quién va a terminar y quién no. O quién va a terminar con una hora de diferencia del Jersey amarillo.
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La hormona del estrés juega un papel importante en el Tour de Francia
El cortisol es una hormona producida y secretada por las glándulas suprarrenales y tiene una gran influencia en nuestros días. Comienza a aumentar en la parte final de la noche y alcanza su punto máximo entre las 7 am y las 9 am de la mañana. Su nivel de liberación más bajo es cerca de la medianoche, cuando otras hormonas son más activas, como la melatonina (la hormona que induce el sueño).
Una carrera ciclista como el Tour de Francia puede aumentar el cortisol y, en consecuencia, reducir la liberación de testosterona, lo que perjudicará la recuperación muscular.
Cada día que el cuerpo de los ciclistas es sometido a un estrés agudo existe un aumento en el cortisol, por lo tanto la inflamación muscular es mayor así como el catabolismo muscular.
Ayudar en la recuperación cuándo el cuerpo la quiere.
El secreto de la recuperación es comenzar cuándo el cuerpo la requiere y esta listo para la ayuda. NO antes y NO después. La alimentación a parte de ser especial y esencial se convierte en toda una ciencia. Los primeros 30 minutos después de terminado el esfuerzo es cuando hay que otorgarle al cuerpo carbohidratos de fácil absorción, posteriormente una segunda comida más pesada pero en cantidad moderada seguido de un masaje muscular que varia entre cada ciclista.
Una vez terminado el Tour los ciclistas no pueden bajar el ritmo y después de un descanso activo de 1 o 2 días van a continuar con los entrenamientos para conseguir algunas mejoras en el estado forma. Hay quienes buscan su punto máximo para el campeonato del mundo y el Tour de Francia solo es una carrera de preparación.
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