El ciclismo, terapia contra el Parkinson

Todo hace apuntar a que las personas con discapacidad o enfermedades no pueden circular ningún medio de transporte. El motivo se encuentra en la ausencia de ciertas capacidades básicas para la conducción y en la seguridad de ellos mismos y del resto de conductores. Sin embargo, esta afirmación acaba de ser desmentida por uno de los casos más excepcionales jamás conocidos.

Se trata de un hombre de 58 años que sufre la enfermedad del Parkinson, es decir, una enfermedad crónica y degenerativa del sistema nervioso que se caracteriza por falta de coordinación y rigidez muscular y temblores. Una parte del cerebro se ve afectada e impide que los pacientes puedan controlar sus movimientos.

Este hombre tiene dificultades para poder caminar debido a la poca estabilidad de los músculos de la pierna. Pero lo realmente asombroso es que es capaz de controlar sus movimientos cuando se sube a una bicicleta. Así se han percatado después de que Bastiaan Bloem, doctorado en la Universidad de Radboud Nijmegen Medical Centre, realizará un experimento, tal y como ha publicado el New England Journal Of Medicine.

El propio paciente acudió a Bloem para hablarle sobre su trastorno neurológico. Lo que no esperaba el médico es que el paciente le contase que se sube a una bicicleta todos los días y pedalea hasta recorrer entre 16 y 32 kilómetros. Es más, tiene problemas con las luces de los semáforos o con las luces de las señalizaciones de tráfico pero es capaz de moverse de un lugar a otro con la bicicleta si le acompaña su mujer.

¿Cómo descubrió Bloem que el Parkinson no impedía montar en bicicleta?

Bloem no podía articular palabra y prefirió comprobar con sus propios ojos este milagro. Paciente y doctor salieron a la calle y cogieron una de las bicicletas de los residentes. El paciente solo necesitó de un pequeño empujón para comenzar a pedalear con relativa normalidad y desplazarse con la bici. Montado sobre la bicicleta parecía no parecer ninguna enfermedad. Solo volvía el Parkinson cuando se bajaba de la misma, haciendo que tuviera dificultades para caminar.

Bloem explica que la inactividad y el sedentarismo son dos de las consecuencias negativas de la enfermedad del Parkinson. Estos efectos, a su vez, agravan otras capacidades como son el estreñimiento, la depresión, el deterioro cognitivo y las enfermedades cardiovasculares. Por ello, el movimiento en las personas que sufren esta enfermedad es vital aunque sea a pequeña escala.

¿Cómo es posible montar en bicicleta con Parkinson?

Los investigadores de este caso barajan varias hipótesis sobre cómo es posible que pueda pedalear el paciente con Parkinson. Una de ellas es que los pedales de la bicicleta pueden actuar como una señal externa de estimulación. En otras palabras, los pedales pueden generar una presión rítmica que ayuda al paciente a superar sus dificultades para realizar movimientos. Es conocido que las señalas visuales, como son las rayas del suelo en el caso del ciclismo, y las señales auditivas de la música juegan un papel fundamental para los enfermos de Parkison. Sin embargo, el ciclismo es una observación completamente nueva según detalla el doctor Bloem.

Después de este descubrimiento, Bloem ha puesto a prueba a otros 20 pacientes que tienen problemas para caminar y mantener el equilibrio. El resultado ha sido el mismo: son capaces de pedalear sobre una bicicleta. De esta forma, este hallazgo abre la puerta a nuevas vías de rehabilitación para enfermos de Parkinson. Ha recibido fondos de la Fundación Michael J. Fox y una subvención del Gobierno holandés para estudiar en profundidad los efectos del ciclismo.

Jesus Roldan

Copywriter con experiencia y conocimiento en el mundo del ciclismo y sus diferentes variantes.

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