Si bien a los cicloturistas de corazón les encantaría poder hacer cualquier aventura montados en su bicicleta, desde el principio hasta el fin, lo cierto es que a veces se hace necesario transportar la bicicleta en un vehículo a motor.
Pero no hay problema alguno, ya que si viajas en coche siempre puedes usar portabicicletas. Esta es la solución perfecta, ya que no siempre tenemos el tiempo que necesitaríamos para hacer todos los recorridos que quisiéramos pedaleando. Si te interesa adquirir uno, te recomendamos que entres en Heuts.es y veas la amplísima gama de portabicicletas que tienen.
Recurriendo a un portabicicletas puedes preparar tu marcha en coche sin mayor complicación. Pero si te resistes a coger tu automóvil y te decides por hacer tu ruta en bicicleta desde el minuto uno hasta el último, hay una serie de cuestiones que tendrás que tener en cuenta. Te hablamos de ellas a continuación.
¿Qué tipo de viajes vas a hacer?
No es igual hacer un viaje corto en bicicleta, que es lo que llamamos cicloturismo, que hacer un viaje largo, en cuyo caso estaremos hablando del cicloviajero. Sobre todo por la cantidad de cosas que se deben llevar en un caso y otro.
Si se hace un viaje largo en bicicleta, probablemente se pase por todas las estaciones del año, y en función de la zona será necesario llevar muchos tipos diferentes de ropa. Por otro lado, si realizas un viaje con poco presupuesto, posiblemente elijas dormir en una carpa para ahorrar costes, de manera que tendrás que llevar todo el equipo de camping. En caso de que pares en hoteles u otros tipos de lugares de hospedaje, te ahorrarás cargar con él.
Las dudas aquí no valen
Cuando viajamos en coche podemos permitirnos llevar cosas “por si acaso”, pero a la hora de coger la bicicleta estas dudas pueden pesar mucho. Y lo que es peor: probablemente no necesites muchas de esas cosas que has cogido por indecisión.
Hay una pregunta que es infalible para saber qué deberías llevarte y qué no: cuántas veces al año puedes necesitar ese objeto. Si la respuesta es todos los días, no dudes en cogerlo. Pero si es de vez en cuando, mejor debes concretar. Para que te merezca la pena llevar algo, debe tener un uso al menos bastante frecuente.
Posiblemente en algún momento del comienzo del viaje pienses que fue una pena no llevar una cosa determinada. Pero cuando haya pasado un mes o dos, te darás cuenta de que fue lo mejor que hiciste. Sobre todo en esas subidas en las que la bici parece pesar el doble de lo que realmente pesa.
¿Dónde debería llevar las cosas?
Indudablemente en una alforja. Se trata de un bolso que va colocado al costado de la bicicleta, y donde puedes llevar todo lo que te hará falta para el viaje. Existen alforjas traseras y también delanteras. Algunos ciclistas crean sus propias alforjas, y otros prefieren comprarlas. En todo caso lo importante es su durabilidad y que sean permeables.
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