Cuando somos pequeños, aprendemos a montar en bicicleta. Comenzamos con las bicis que van provistas de ruedines para suplir las carencias del equilibrio en edades tempranas. Después pasamos a las bicicletas tradicionales, en las que debemos controlar el movimiento de un lado a otra con nuestro propio cuerpo. En cuestión de días, hemos aprendido a montar en bicicleta. En ese momento podemos creer que estamos preparados para el ciclismo, pero lo cierto es que hay muchos aspectos que están todavía fuera de nuestro alcance. Existen una serie de errores comunes a todos los ciclistas que se inician en el ciclismo. Veamos cuales son.
- Tener el asiento demasiado bajo
Una posición baja del sillín provoca dolor en la parte frontal de las rodillas. Para evitarlo, debemos ajustar el sillín. Una de las formas más eficaces para saber cuál debe ser la altura exacta del sillín, es colocarnos de pie junto a él y situarlo a la altura de nuestra cadera. Luego comprobaremos que llegamos a los pedales y en el punto más bajo de los mismos, nuestras rodillas están un pelín flexionadas.
- Pensar que la ropa más cara es la mejor
A la hora de hacer ciclismo es fundamental disponer de la vestimenta adecuada para este tipo de deporte como pueden ser los mallots, las zapatillas de ciclismo o el casco. No obstante, esto no significa que las prendas deban ser las más caras del mercado. Lo importante es que hagan su función a la perfección para que podamos disfrutar del ciclismo.
- Tener una talla de bicicleta incorrecta
Las bicicletas van por tallas en función de la altura de los ciclistas. Una bicicleta con una talla errónea puede provocar dolores y molestias. Para encontrar la talla perfecta debemos fijarnos en el sillín y en el alcance. La altura del sillín debe permitir una ligera flexión de la rodilla al estar el pie sobre el pedal. Y el alcance hace referencia al ángulo de 45 grados que deben hacer los brazos y el torso respecto a la bici. Si es muy largo, producirá dolor de espalda intentar llegar al manillar; y si es demasiado corto, las rodillas estarán muy cerca de los brazos.
- No realizar mantenimientos a la bici
El uso frecuente de la bicicleta puede provocar fallos en la misma. Debemos revisar a menudo la presión del aire, el ajuste de las ruedas y el asiento, los sistemas de frenos –palancas, desgaste, tensión, etc.-, la lubricación de la cadena, detectar si hay objetos incrustados en las cubiertas, etc.
- Esforzarnos más de lo debido
Otro error es intentar asumir más esfuerzo del que podemos soportar. Cuando nos iniciamos en el ciclismo, debemos hacerlo de forma suave e ir aumentando la intensidad, el tiempo y las distancias poco a poco. El progreso debe ser gradual. De lo contrario, acabaremos lesionándonos.
- No llevar rueda de repuesto o kit de pinchazos
Las rutas de ciclismo pueden presentar tramos con desniveles o llenos de piedras. Los elementos que nos encontramos pueden provocar pinchazos en las ruedas, por lo que es fundamental estar provistos del kit necesario para cambiar la rueda o volver a hincharla en la medida de lo posible.
- No usar las marchas correctamente
Es habitual no saber utilizar las marchas de forma correcta cuando estamos subiendo una cuesta o queremos alcanzar una gran velocidad con la bicicleta.
- No respetar al grupo
Por lo general, cuando nos iniciamos en el ciclismo lo hacemos acompañados de una o varias personas. En estos casos, debemos seguir el ritmo del grupo y hacer caso a las indicaciones del ciclista más veterano.
- No reponer la energía gastada
El ciclismo es un deporte que puede llegar a quemar mucha energía. Es necesario ir equiparados con agua y con algo de comer que nos aporte energías para evitar el cansancio, los mareos, las náuseas o la irritabilidad.
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